Por decirlo de alguna manera es el cerebro del ascensor. Controla los movimientos, paradas, arrancadas, velocidad, sistemas de seguridad, displays de datos, luces… Absolutamente todo pasa por el cuadro de maniobra.
Está situado en lo que llamamos el cuarto de máquinas, normalmente junto con el sistema de tracción, que explicaremos más adelante. Esto es así, excepto en los ascensores que llamamos Roomless (sin cuarto de máquinas) en los que los sistemas de tracción se sitúan dentro del hueco del ascensor.
El cuadro de maniobra está formado normalmente por una placa electrónica principal, que es la base de control del ascensor y donde se procesan los datos de la maniobra; y se complementa con otras placas electrónicas más sencillas, elementos electromecánicos, baterías, transformador y, en caso de disponer de uno, un variador de frecuencia.
De forma general podemos distinguir dos tipos de ascensores, los hidráulicos y los eléctricos. Estos dos tipos de ascensores tienen básicamente los mismos cuadros de maniobra y los elementos de seguridad (no son idénticos, pero generalizando, podemos entender que son parecidos).
Donde se diferencian realmente en el sistema de tracción que tienen, es decir, el sistema con el que se genera el movimiento de la cabina. Por un lado tendremos con un grupo de impulsión hidráulica (en caso de ascensores hidráulicos) y por otro lado un motor con polea de tracción (en caso de ascensores eléctricos).
Ambos sistemas tienen detractores y seguidores. Lo cierto es que los dos sistemas tienen ventajas e inconvenientes. No hay uno mejor que el otro, lo que se tiene que hacer es ver el lugar donde se tiene que instalar y determinar cuál de los dos sistemas es el más adecuado en cada caso.
La parte más icónica del ascensor, la cabina es el lugar en el que viajan los pasajeros. Está formada por la caja (la propia cabina) y el bastidor o el chasis. El bastidor se encuentra en la parte exterior de la cabina y está sujeto a los cables tractores. Es el chasis el que desliza por las guías y permite el desplazamiento suave de subida y bajada.
En la cabina se encuentra la botonera o el cuadro de mando, que es el lugar desde donde se le dan las órdenes al ascensor. También encontramos elementos decorativos y funcionales como el espejo o un barandal para sujetarnos. Queremos recordarte que las cabinas se pueden personalizar mediante nuestro configurador de cabinas.
También forman parte de la cabina de un ascensor, como es lógico suponer, el techo y suelo del ascensor, los paneles que les dan el aspecto estético que finamente obtiene y las puertas.
Las puertas de cabina de un elevador pueden ser correderas o plegables (las que llamamos tipo BUS). Las correderas son las que se deslizan hacia la derecha o izquierda, según el caso, replegándose en el interior del hueco del ascensor. Actualmente todas las puertas de cabina están motorizadas y son de funcionamiento automático.
Otro de los elementos clave, es el apartado de sistemas de seguridad, ya que es uno de los más relevantes en cuanto a las partes que componen un ascensor.
Están pensados tanto para garantizar la seguridad de los pasajeros como para que el ascensor pueda funcionar correctamente.
Encontramos distintos tipos de dispositivos de seguridad entre las partes que componen un ascensor.
Es un sistema utilizado para limitar, como el propio nombre indica, la velocidad a la que circula el ascensor. Está compuesto por dos poleas y un cable de acero. Los extremos de éste se encuentran el bastidor de la cabina y en el sistema de palancas.
Este sistema de seguridad activa la actuación del sistema paracaídas en caso de que se supere en un 15% la velocidad nominal del ascensor. Esto provocaría la parada de la cabina. A la misma vez, envía una señal eléctrica al operador de mandos para que detenga el motor.
Es un sistema de palancas que se activa cuando salta el limitador de velocidad, como ya hemos visto anteriormente. Al hacerlo, las cajas de cuñas actúan y reducen la velocidad de la cabina hasta detenerla completamente.
El operador de puertas, como ya seguro que has deducido por el nombre, sirve para abrir y cerrar las puertas del elevador. Es una de las partes de las que se compone un ascensor más básicas. Se considera un elemento de seguridad porque funciona de manera inteligente.
Si el operador de puertas detecta, gracias a distintos sensores, que hay algo en medio de la misma, no se cerrará. Tampoco se abrirá, a menos que se demande por cuestiones de seguridad y siguiendo un proceso específico, si no ha llegado a la planta de destino.
El amortiguador de foso o puffer es la parte del ascensor diseñada para suavizar la frenada de la cabina en caso de que se produzca un recorrido excesivo de la misma.
Está compuesto por un pilar de apoyo y el puffer. Esta última es una pieza de goma negra que realiza la función amortiguadora.
Algunos edificios requieren la instalación de una estructura metálica en la que colocar el ascensor de manera que pueda moverse hacia arriba o hacia abajo. Esta estructura de ascensor puede ser interior si se encuentra dentro del edificio, o exterior si se encuentra fuera de este.
Las estructuras internas deben adaptarse perfectamente a la propia estructura y conjunto del edificio. Por su parte, en las externas la prioridad cambia ya que existe la necesidad de proteger el ascensor de todos los agentes externos que puedan afectarle. Aquí la estética juega un papel fundamental.
